Romanos 8:35-39
Versión Reina-Valera
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, o la persecución, o el hambre, o la desnudez, o el peligro, o la espada?
36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas para el matadero.
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Mi Respuesta:
¡Nada! ¡Absolutamente nada! Me puede separar!
Declaración Personal:
Yo, Arelis, confieso valientemente que no dejaré que nada, absolutamente nada, me separe de Él.
Lo que no entiendo hoy, tendrá que esperar a su debido tiempo. Como Dios esta en control de mis días y de mi vida, puedo vivir confiada. Pues descanso en El. Porque todo está sujeto a Él y a Su poder divino. En el me siento segura.
¡Solo en Él confía mi alma verdaderamente!
Estoy en buenas manos, porque incluso cuando mi tiempo expire, y mis días aquí en la Tierra terminen, y yo esté ausente de este cuerpo, viviré por siempre en Él.
Romance eterno